Yo creo que sí, de hecho creo que una familia se podría asimilar a una pequeña empresa. Entendedme, no me refiero a que los padres sean los empresarios y los hijos los asalariados, sino a que en una familia se trabaja y se hacen tareas para el buen funcionamiento de todos los miembros de la familia y para conseguir una serie de objetivos: limpieza, comida, estudio, ocio, etc.
Por lo tanto, en nuestra casa (lugar de trabajo, para los que estéis familiarizados con la PRL) debemos realizar una serie de tareas que conviene hacer de forma adecuada y segura, de manera que sea ya desde el comienzo una iniciación de lo que será la PRL en su futuro trabajo. De esta manera, la PRL, al menos estará integrada a un nivel elemental, lo que ayudará a integrarla de manera más natural en el ámbito laboral.
Viene muy al caso la frase de Pauline Kergomard (Burdeos, 1838-1925) una maestra que dedicó cuarenta años de su vida a la educación maternal y asumió un papel fundamental en la creación del sistema educativo francés:
“El juego es el trabajo del niño, es su profesión, es su vida”